Alarmas

La alarma es el complemento ideal en la seguridad de nuestro hogar, una vez ya tenemos seguridad física y una cerradura con alta sofisticación mecánica.

Por el contrario de lo que pueda parecer, las alarmas ayudan al efecto disuasorio y ahuyentan al ladrón, pero no impiden la intrusión. No son un obstáculo físico que el ladrón deba superar para entrar en nuestro domicilio. En consecuencia, si tenemos instalado en casa un sistema que puede ser abierto en pocos minutos, y además de forma silenciosa, poco le importará al ladrón que suene la alarma cuando podrá escapar del domicilio en pocos minutos y con el botín en sus manos. Es decir, la inversión en tiempo y ruido será mínimo. Piensa que el ladrón sabe que los cuerpos de seguridad (dependiendo de en el lugar en dónde esté la patrulla más cercana entre otros factores), será de unos 15-30 minutos, por lo que entrar aunque suene la alarma puede ser mas que asumible.

Si para abrir nuestro sistema invierte unos 3-5 minutos, y para robar emplea otros 5 minutos, está en la ventana de tiempo ideal para cometer el delito y escapar. 

Es por ello que antes de invertir en un sistema de alarma, recomendamos evaluar nuestros sistemas de cierre para saber si estamos protegidos correctamente. Eso no quiere decir que no sea importante instalar un sistema de alarma, todo lo contrario, pero sí entendemos que hay un orden a seguir en la inversión en la seguridad de un domicilio o negocio. Y la alarma, aunque es muy recomendable como complemento, debe de ser el último sistema en instalar en un domicilio.

Piénsalo: ¿qué prefieres, que el ladrón no entre o saber que ha entrado?

Si ya tenemos un sistema de cierre al día, entonces la guinda del pastel será una alarma. Como antes decíamos, disuade y ahuyenta al ladrón, pues sabe que corre el riesgo de hacer saltar la alarma y en consecuencia ser detectado. Desde obreitanca recomendamos la detección anticipada, que vendría a ser una alarma no convencional: detecta al ladrón y salta la sirena antes que haya conseguido entrar.